Al menos 52 personas murieron tras una explosión de metano en la mina de carbón rusa Listvyazhnaya, entre ellas seis rescatistas. El incidente también dejó 49 heridos, 44 de los cuales están todavía en cuidados intensivos. Es el quinto estallido de metano en las minas de carbón rusas desde la época soviética. Las autoridades del país abrieron una investigación penal por violación de las normas de seguridad.
Entre los fallecidos se encontraban seis socorristas enviados para rescatar a 35 mineros atrapados bajo 250 metros de profundidad.
En total, 285 personas se encontraban dentro de la mina cuando sucedió el incidente, entre ellos 49 resultaron heridos y 44 permanecen en cuidados intensivos. Por ahora se pudieron recuperar 14 cuerpos, tres de ellos de los rescatistas.
El fiscal general adjunto de Rusia, Dmitry Demeshin, dijo que la causa de la explosión fue una chispa que incendió una fuga de gas metano. Poco después, el incendio incontrolable había llenado la mina de humos tóxicos, condenando a los 35 mineros atrapados, así como a los seis rescatistas que los estaban buscando en una sección remota de la mina.
Los trabajadores sobrevivientes describieron: “Olimos el gas y empezamos a salir, todos los que pudimos». «Al principio no nos dimos cuenta de lo que había pasado e inhalamos un poco de gas», agregaron.
El presidente ruso Vladimir Putin expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos y ordenó al gobierno que ofreciera toda la asistencia necesaria a los heridos. La propietaria de la mina indicó a la agencia rusa TASS que pagará 2 millones de rublos (27.000 dólares), para indemnizar a las familias de las víctimas, además de los pagos que correspondan por ley.
Por su parte, el Comité de Investigación de Rusia inició una indagación penal sobre el incendio por las violaciones de las normas de seguridad que provocaron las 52 muertes. El director de la mina y dos altos cargos han sido detenidos.