La antropóloga, referente de la lucha de feminista en la fuerza que gobernará Chile, aseguró que ese cargo debe ser repensado y que es reflejo de otra época.
Gabriel Boric e Irina Karamanos.
Gabriel Boric, el flamante presidente electo de Chile, está en pareja hace casi 3 años con Irina Karamanos, una antropóloga de 32 años que mantuvo un perfil muy bajo durante toda la campaña electoral pero que ahora se convertirá en la primera dama del país trasandino.
O no. Es que Karamanos reniega de ese rol al que considera es necesario repensar y que es apenas el reflejo de otra época.
Recién unas semanas antes de la elección de celebradas ayer en Chile, Karamanos subió al escenario para acompañar a Boric en su discurso político, luego de alcanzar la segunda vuelta. Pese a su discreto perfil, la militante feminista tiene ideas firmes que trascienden.
Una de ellas tiene que ver con el rol de primera dama. Antes de la segunda vuelta electoral Karamanos ya había adelantado que podría renunciar a su rol de primera dama si su pareja resultaba, como finalmente sucedió ayer, electo para suceder a Sebastián Piñera al frente de La Moneda.
“Es un cargo que merece ser repensado porque estamos en tiempos distintos, han cambiado muchísimas cosas y hay que repensar el poder y las relaciones que emergen de él”, aseguró días atrás Karamanos consultada precisamente sobre la posibilidad de que se convirtiera en primera dama.
Boric, en tanto, apoyó abiertamente a su pareja frente a este debate e incluso se mostró más contundente que Karamanos. El referente de Apruebo Dignidad –la coalición que reúne al Frente Amplio y a Chile Digno– dijo que suprimiría la figura de primera dama porque “no tiene ningún sentido”.
“No pueden haber cargos en el Estado que tengan que ver o estén relacionados con el parentesco del Presidente”, aseguró el ahora presidente electo de Chile de 35 años, y recalcó: “Hay que generar una instancia que sea transparente, en función de méritos y de carreras funcionarias, y no de lazos de sangre o afinidad con el Presidente”.
Karamanos no sería la primera mujer latinoamericana en renunciar al cargo. En México, Beatriz Gutiérrez Müller se quitó el título de primera dama cuando su marido, Andrés Manuel López Obrador, llegó a la presidencia en 2018.
Gutiérrez Muller explicó que lo consideraba “clasista” y que la “compañera de un presidente no debe ser una sombra complaciente y silenciosa ante un sistema que perpetúa las desigualdades”.
La antropóloga chilena dejó sentado además otros ejes de debate que querría ver en la agenda política. Karamanos se mostró por ejemplo a favor de la legalización de drogas blandas.
Alineada con Boric, apuntó además al rol de los carabineros en la lucha contra el narcotráfico: “Hay que hablar sobre el crimen organizado, el control de armas, hay que hablar de la seguridad, la relación entre carabineros y narcotraficantes”, disparó en un programa televisivo.
Karamanos es también partidaria del derecho a voto “al menos a los 16, y en algunas votaciones, quizás, a los 14″. “Es tremendamente injusto que no puedan incidir políticamente en el devenir del país. Son los que se ven más amenazados en su futuro y los que suelen movilizarse en la calle”, opinó.
Karamanos tiene 32 años, es descendiente de griegos y estudió Antropología y Ciencias de la Comunicación en Alemania. Milita en Convergencia Social, mismo partido que su pareja, dentro del cual lidera el Frente Feminista.