Las intervenciones oficiales son eficaces para frenar al tipo de cambio financiero, pero van en contra de la acumulación de divisas. El rol del agro y las expectativas para los próximos meses.
El Banco Central compra reservas y la usa para operar en el mercado de bonos.
En las últimas semanas, la presión alcista sobre el dólar Bolsa se hace sentir durante las primeras horas de la jornada y las cotizaciones tratan de quebrar el techo de los $150. Sin embargo, con el correr del día el impulso se diluye y los tipos de cambio financieros terminan el día estables o con cambios muy leves. En el mercado explican que, más allá del ingreso de divisas que hubo por el pago del Impuesto a la Riqueza, se debe a las intervenciones oficiales en el mercado de bonos.
Para comprar dólares en la Bolsa, se necesita algún activo financiero que cotice en simultáneo en pesos y en dólares. Generalmente, se usan bonos soberanos y, en particular, el preferido de los inversores es el AL30, un título soberano que la Argentina emitió como resultado del canje de deuda realizado en 2020 y que se negocia en ambas monedas.
El Banco Central, conducido por Miguel Pesce, estableció un cepo muy estricto para evitar el drenaje de reservas.
Mediante la compra del bono en pesos y su posterior venta en dólares, el inversor se puede hacer de divisas en la Bolsa y depositarlas a nivel local (lo que se conoce como dólar MEP) o girarlas a su cuenta en el exterior (en una operación que se llama contado con liquidación). Esta última transacción suele tener un tipo de cambio implícito más alto debido al costo excedente que se debe pagar para sacar los dólares del país.
Esta operación es legal y no implica una salida de reservas, dado que son operaciones entre privados. Sin embargo, el tipo de cambio financiero actúa como una referencia para el dólar blue y, por ello, el Gobierno busca mantenerlo controlado, de modo de domar las expectativas de devaluación y acoplarlas al 24% anunciado por el ministro de Economía, Martín Guzmán. El Banco Central (BCRA) es el encargado de acotar los movimientos del valor de la divisa con sus intervenciones en el mercado.
Las reservas no crecen
Para contener la cotización del dólar financiero, la autoridad financiera sacrifica reservas. Aunque en la mesa de dinero del BCRA no dan detalles sobre la operatoria, se sabe que el organismo hace varias transacciones en paralelo. Por un lado, compra dólares en el mercado cambiario a un tipo de cambio de alrededor de $90. Con esos dólares, que deberían engrosar las reservas, concurre al mercado de bonos y adquiere títulos en moneda extranjera. Y luego, los vende en pesos a una cotización mayor a los $140.
Esa operatoria, al mismo tiempo que le permite retirar pesos excedentes del mercado y controlar las cotizaciones financieras, le impide mostrar un crecimiento sostenido de las reservas. Aún cuando el BCRA adquirió más de US$1400 millones en lo que va del año pero, pese a ello, las reservas solo sumaron algo más de US$400 millones y no logran superar los US$40.000 millones desde octubre.
“El riesgo de estas intervenciones es que distorsionan el funcionamiento del mercado. Por otro lado, entre los costos directos se puede mencionar que afecta el rendimiento de la deuda, aunque en forma marginal, y sobre todo la pérdida de reservas internacionales. Esto se da porque compra títulos en dólares y los vende contra pesos. En esencia, está perdiendo reservas, de manera indirecta”, sintetizó Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas.
Por su parte, Lorena Giorgio, economista principal de Econviews, repasó para TN.com.ar los detalles de la operatoria y calculó su impacto. “En febrero el Central volvió a vender bonos en dólares contra pesos (AL30) para luego recomprarlos con reservas e intervenir en el mercado del dólar financiero. Lo hizo a un ritmo mucho más moderado que en enero, cuando había perdido unos US$350 millones de reservas. En febrero este número se ubicó por debajo de los US$100 millones según nuestras estimaciones”, sostuvo.
La contención del tipo de cambio bursátil dependerá del ingreso de divisas en el mercado oficial, donde el Central compra los dólares que luego usa para intervenir.
Con respecto a los riesgos de estas transacciones, la economista añadió: “Con un stock de reservas netas prácticamente nulo y sin acceso a los mercados internacionales de deuda, el sostenimiento de esta operatoria depende del ingreso de divisas, en especial del agro, a través del mercado mayorista”.
Gran parte de las reservas brutas del BCRA no pueden usarse directamente porque corresponden a activos ilíquidos, por ejemplo, el oro o la moneda del Fondo Monetario Internacional. Por ello, Matías Carugati, director ejecutivo de Seido, también se refirió al escaso nivel de reservas líquidas, es decir, aquellas que efectivamente se pueden usar.
“El problema o riesgo de esta estrategia es que el BCRA usa los dólares que logra comprar para mantener los dólares financieros relativamente bajos en vez de recomponer sus reservas netas (hoy en torno a US$3000 millones). Si pasamos la cosecha gruesa y el BCRA no logra sumar suficiente poder de fuego genuino, las presiones cambiarias pueden reaparecer más adelante en el año”, advirtió Carugati.
Finalmente, otro punto que destacan los especialistas es que la acumulación de reservas será importante si el acuerdo con el FMI se posterga, tal como trascendió en las últimas semanas. De no conseguir un nuevo programa con el organismo, la Argentina deberá hacer pagos internacionales por unos US$5500 millones entre agosto y diciembre, según cálculos de Consultatio.