El Gobierno salió a responder la provocadora referencia a Malvinas del premier británico, Boris Johnson. Lo acusó de recurrir a “chicanas” con una “retórica hostil” que desconoce la soberanía argentina, rechaza el pedido de diálogo de los organismos internacionales y se jacta “de una victoria militar que el derecho internacional no reconoce como título de soberanía”.
«La retórica hostil no proviene del Estado que padece la ocupación sino de la potencia ocupante», puntualizó el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería argentina, Guillermo Carmona.
La mecha fue encendida en Londres, cuando en su saludo navideño Johnson dijo que en 2022 se cumplirán 40 años de la “invasión, ocupación y liberación” de las islas.
Obviamente no se refirió a la usurpación británica desde 1833 sino al conflicto de 1982.
Johnson no sólo tildó de “invasión” al legítimo reclamo argentino de soberanía sino que lo desconoció, se jactó del poder bélico de su país y defendió la ocupación británica con una cita socarrona: “Hasta la Federación Internacional de Tenis de Mesa reconoció, ante las ruidosas protestas de algunos, la soberanía inviolable de los jugadores de tenis de mesa de las Falkland”, añadió.
Quien salió a responderle fue Guillermo Carmona a través de un mensaje que desgrana las definiciones del premier británico y lo acusa de recurrir a provocaciones: “Cuando faltan las razones aparecen las chicanas”.
“¿Vale el festejo por la admisión en un ente de derecho privado?” cuando “en los organismos internacionales el colonialismo británico siempre pierde por goleada”, como en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Tribunal de Justicia Internacional (TJI), preguntó.
Carmona también salió al cruce del tono amenazante de Johnson, cuando elípticamente rechazó la diplomacia y aludió al poder militar del Reino Unido.