Se trata de la mayor cuarentena anunciada por este país desde el impuesto en la metrópolis de Xian.
Residentes forman fila para pruebas de coronavirus durante un encierro por COVID-19.
Los habitantes de Shenzhen en el sur de China tendrán que permanecer confinados en sus casas y solo una persona podrá salir una vez cada dos días de su domicilio. Además, se ordenó el cierre de escuelas, comercios y transporte público.
El centro tecnológico comenzó el confinamiento este domingo para frenar el brote de la variante ómicron, según anunció el gobierno local.
Shenzhen estableció el cierre selectivo para 11 distritos con pruebas masivas. Además, el aumento de casos asintomáticos locales provoca rumores de cierre de toda la ciudad en Shanghái.
Se trata del peor brote de coronavirus en dos años de pandemia. La urbe que acoge a los gigantes tecnológicos de Huawei y Tencent decidió tomar estas medidas luego de notificar 66 nuevos casos.