Poco antes de que iniciara el plenario de delegados en el Comité Nacional de la UCR, el presidente saliente del partido, Alfredo Cornejo, mantuvo una reunión con Morales, acompañado por el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y con Lousteau, que asistió junto al diputado Emiliano Yacobitti, según confirmaron a NA fuentes del partido.
En ese encuentro se alcanzó un principio de acuerdo para que Morales fuera el candidato a presidente de una lista de unidad y Lousteau vicepresidente segundo, aunque está abierta la posibilidad de que el senador nacional le ceda ese lugar a otro dirigente de su espacio.
De cualquier forma, el entendimiento dio a luz una lista de unidad, objetivo que Cornejo se había puesto la semana pasada frente a la escalada de la pelea entre el gobernador jujeño y el senador porteño, para evitar una crisis en el partido y una posible judicialización del proceso electoral.
La primera vicepresidencia del partido le corresponde a una mujer, cuyo nombre y sector están todavía por definirse, al igual que las vocalías y secretarías, pero el acuerdo marco alcanzado por las dos principales figuras de la pulseada radical allanó el camino para la votación, que tendrá lugar cerca de las 16:00.
Como había anticipado Noticias Argentinas la semana pasada, Cornejo buscaba un acuerdo entre las partes para evitar que el sector de Lousteau judicializara la elección interna debido a que varios comités provinciales que designaron delegados tienen sus mandatos vencidos por los contratiempos que impuso la pandemia.
Además, el presidente saliente del partido y senador nacional por Mendoza no quería que el plenario terminara con peleas y escándalo, como ocurrió en la reciente elección de autoridades de la Juventud Radical.
Y es que la pelea entre Morales y Lousteau llevaba varios meses y generó tensiones durante la campaña para las elecciones legislativas, tras lo cual llevó a la ruptura del bloque de diputados nacionales de la UCR.
El sector de Lousteau armó una bancada propia, en rechazo a la decisión del partido de ratificar a Mario Negri como presidente del bloque radical, con el apoyo de Morales.
Mientras que el senador nacional reclamaba una renovación en el partido que, según dijo, tiene “siempre los mismos voceros”, el gobernador jujeño llegó a acusarlo de ser “un empleado del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta” para “dividir al partido”.
En el entorno de Lousteau siempre negaron la posibilidad de generar un ruptura en la UCR, pero la tensión fue tal que, en la primera reunión que mantuvieron los popes radicales tras la ruptura del bloque, Morales y Lousteau casi terminan a los golpes, en medio de gritos y reproches.